Erika vivía con su hija, su pareja y su cuñado en la misma casa. Una mañana Erika escucha que su pareja estaba discutiendo con su hermano en el patio, por lo que ella sale a ver qué pasaba. Cuando se acerca, intenta decirles que se calmen y que dejen de pelear al momento que toma de los hombros a su pareja para que se alejara de la pelea. En ese momento, su cuñado le suelta un puñetazo en la cara mientras le dice que no se meta en donde no le llaman. Como resultado del golpe, Erika tuvo severas lesiones en su nariz y rostro.
En 2022, Miguel Ángel fue sentenciado a 5 años de prisión por el delito de violencia familiar.