En todo este proceso me encontré a lo mejor con 20 servidores públicos (…), y creo que solamente uno o dos se pusieron en mi lugar y trabajaron por esto. Creo que fue el mayor obstáculo.

Viridiana

El 24 de noviembre del 2018 después de estar en casa de una amiga Viridiana abordó un taxi. Al apenas haber ingresado al vehículo el chofer la apunta con una pistola, al mismo tiempo de la cajuela sale un segundo hombre quien la amenaza con otra pistola y la despoja de sus pertenencias; acto seguido se paran en un cajero automático para retirar todo el dinero de la cuenta de Viridiana.

Posteriormente el segundo hombre se retira y el chofer del taxi maneja hasta el hotel Breogan ubicado en Iztapalapa, CDMX, obligando a Viridiana entrar a una habitación por después forzarla a tener relaciones sexuales. Finalmente, salen del hotel, suben al taxi y Viridiana es abandonada en una calle sola sin pertenencias.

Dos días después Viridiana se acerca a las autoridades a denunciar los hechos, sin recibir una atención adecuada por parte de la fiscalía. Tuvo que pasar 1 año cuando por medio de una cápsula de un noticiero se da cuenta que había más mujeres que habían sido víctimas de violencia sexual por parte del mismo sujeto que la atacó.  

En 2021 el IMDHD toma el caso, y como parte de la estrategia de acompañamiento jurídico se logró la sentencia de 48 años de prisión por los delitos de robo agravado, privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado y violación. Asimismo, se condenó al registro por 10 años en el Registro de Agresores Sexuales de la Ciudad de México.

En el momento que dejamos de ser víctimas para ser sobrevivientes te cambia todo el panorama.

Viridiana

En cuanto a las malas prácticas identificadas, el Juez limitó el testimonio de Viridiana en relación con los cambios que había tenido en su vida derivados del hecho, así como las afectaciones psicoemocionales por considerarlas impertinentes, situación que impactó en la cuantificación de la reparación en su vertiente de daño inmaterial.

El juez no condenó directamente al pago de la reparación por daño moral y proyecto de vida, pero sí reconoció  la existencia de una afectación y dejó a salvo este derecho de Viridiana para exigirlos ante el juez de ejecución. 

Todos los aspectos de su vida cambiaron después de los hechos.