No hay nada en este mundo que yo quiera más y que anhele más que su regreso. Por lo menos saber qué hicieron y en dónde lo dejaron.
Todos los días le digo que lo amo y que ya no sé a dónde irlo a buscar. Que he recurrido a todas las autoridades habidas y por haber […] no hay día que no me acerque a él, porque tengo fotos de él por todas partes. Y todos los días le doy un beso y le digo que lo amo, que me hace mucha falta y que daría mi vida por él sin pensarlo. Iría por él hasta el fin del mundo. Si me dijeran que está en el infierno, al mismo infierno iría por él.
Su mayor pasión era el fútbol. Siempre estaba pateando una pelota. Siempre había en la casa pelotas por todas partes. Siempre estábamos rompiendo las cosas porque cuando él llegaba con la pelota, yo se la pateaba. Nunca le dije que no pateara la pelota adentro.
Su nombre es Jhonatan Guadalupe Romero Gil. Nació un 22 de diciembre de 1992. Desapareció el 5 de diciembre del 2018. Salió de la casa a las siete de la noche, aproximadamente. Me dijo que iría a jugar fútbol y que su partido era a las nueve de la noche. Le iba a pasar a ayudar a una amiga a poner su puesto, porque ella vendía cenas. […] No llevaba nada más que su teléfono […]. Lo vi hasta que bajó el último escalón de la casa. Me le quedé viendo cuando se fue. No se me olvida ese día. Rato después me llamaron. No reconocí el número, pero era una amiga que me dijo que unos policías estaban revisando a mi hijo.