José Rodolfo López Cruz
Ese día que mi hijo desapareció, él quiso ir a ver una exhibición de motos, una de motocross que estaba ensayando porque era una carrera grande de acrobacias, me insistió mucho que lo acompañara que lo llevara yo. Yo le dije que no por qué no tenía ánimos de llevarlo. Lo que pasó fue que mi mamá escuchó y me dijo que porque era yo tan mala con mi hijo, que lo llevara yo que no se me quitaba nada. Accedí a llevarlo, lo llevé, estuvimos ahí y él estuvo ahí, yo me separé de cinco a seis metros porque pues él llegó y le habló a varios muchachos que estaban ahí con su relajo y yo los volteaba a ver y él se reía, él manotea con las demás personas, platicaba y así estuvimos sino que llegó otra persona a ofrecerme unos boletos, yo le doy la espalda a él y me entretuvo esa persona. Cuando yo regresé, yo volteé para preguntarle a él que cuántos íbamos a comprar para entrar, para que nos dejaran entrar al evento. Mi hijo ya no estaba,