Giovana comenzó una relación con Carlos a la temprana edad de 16 años, la cual culminó con el nacimiento de tres hijas y un hijo en común. Trágicamente, durante todo el transcurso de su relación, Carlos mostró una conducta violenta y abusiva hacia ella, marcando su vida con el sufrimiento y la angustia constante.

En un punto de la relación, se separaron, y Carlos obtuvo la custodia de las dos hijas, negando la paternidad del niño, quien quedó bajo el cuidado de Giovana.

En 2017, Carlos volvió a buscar a Giovana y en un intento de manipulación le ofreció la posibilidad de ver a sus hijas a cambio de mantener relaciones sexuales con él. En un acto de desesperación y bajo coerción, Giovana accedió a sus demandas, lo que desencadenó un terrible episodio de violencia.

En abril de 2017, Carlos la agredió físicamente y la violó, lo que llevó a que Giovana presentara su primera denuncia por violación. Sin embargo, la carpeta de investigación inicial no avanzó, dejando a Giovana en una situación de profundo desamparo.

Un mes después, en mayo del mismo año, Carlos volvió a cometer el mismo atroz acto de violación. Esta vez, Giovana decidió buscar ayuda de inmediato y llamó a la policía, quienes respondieron prontamente debido a las medidas de protección previamente establecidas para su seguridad. El agresor fue detenido, y un juicio se llevó a cabo para enjuiciar sus crímenes. Sin embargo, antes de que se completara el proceso, se produjo un cambio de juez, lo que generó complicaciones en el caso.

A pesar de los obstáculos, Giovana finalmente obtuvo una sentencia condenatoria en contra de Carlos. Sin embargo, en el proceso de apelación, el juicio fue anulado debido a una violación del principio de inmediación. Fue en ese momento crucial cuando el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD) conoció el caso y asumió la responsabilidad de llevarlo desde la fase de reposición del juicio.

Durante todo este proceso de reposición, el IMDHD brindó apoyo integral a Giovana, lo que finalmente resultó en una nueva condena contra su agresor de 11 años de carcel por el delito de violación, ofreciendo un rayo de esperanza en su búsqueda de justicia y la protección de sus derechos fundamentales.