Puebla, Veracruz, Guerrero, Nuevo León, Ciudad de México, Estado de México, Colima y Jalisco.
- El 16 de mayo de 2022 la cifra oficial de personas desaparecidas y no localizadas llegó a los 100 mil casos y no ha parado de crecer. El 24.7 % de los casos corresponde a niñas y mujeres desaparecidas y no localizadas.
- En Puebla, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Colima, Jalisco, Nuevo León y Guerrero se concentran el 56.13 % de los casos de todo el país.
- La desaparición de mujeres y niñas en México es una expresión de la violencia feminicida y tiene graves repercusiones para la sociedad.
Ciudad de México, 27 de octubre del 2022. El diagnóstico de mujeres desaparecidas que ha elaborado el IMDHD, presenta en conjunto con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y Justicia Pro Persona, pretende visibilizar la desaparición de niñas y mujeres en ocho estados del país a través de una lectura de estadísticas oficiales y documentación de casos en el periodo comprendido entre 2018 y 2020. Este diagnóstico analiza casos de feminicidio y trata de niñas y mujeres con las desapariciones, entendiendo que los tres fenómenos son parte de la máxima expresión de violencia contra las mujeres y que sus vínculos pueden dar luces sobre cómo prevenir el feminicidio, así como mejorar la búsqueda de mujeres y niñas.
De acuerdo al Diagnóstico, el rango de edad donde se concentran los casos de niñas y mujeres desaparecidas va de los 15 a los 19 años; este rango se repite siendo el doble o incluso el triple de los que le siguen. Lo anterior refleja el reto más difícil para las autoridades, ya que a partir de esto deben diseñar políticas públicas focalizadas para la búsqueda inmediata de los casos de adolescentes y mujeres jóvenes, a la par de implementar proyectos que puedan prevenir y proteger a esta población de continuar siendo víctima de desaparición.
La tendencia general de los casos de niñas y mujeres desaparecidas, desde el año 2000 en adelante, ha ido en ascenso, reportando desde 2011 más de 1,000 casos anuales. A partir del año 2020 se empiezan a denunciar anualmente más de 2,000 casos, siendo preocupante que el pico más alto sea el año 2021, con 2,729 casos de niñas y mujeres desaparecidas y no localizadas.
Por lo anterior, es necesario que el Estado mexicano, desde el nivel federal y estatal, visibilice la problemática de desaparición de niñas y mujeres como parte de la violencia feminicida y formule e implemente de manera urgente una política pública focalizada en las ciudades y municipios que concentran el mayor número de casos, teniendo en cuenta los siguientes componentes:
- Focalizar acciones prioritarias, con planes estratégicos de prevención, investigación y búsqueda.
- Apropiar recursos específicos para la implementación de política pública desde el nivel federal y estatal.
- Actualizar las alertas de violencia de género contra las mujeres vigentes con el diagnóstico de la problemática de desaparición de niñas y mujeres en cada estado, reconociéndola como violencia feminicida.
- Diseñar estrategias especiales para la prevención de la desaparición de mujeres que se encuentran entre los quince y diecinueve años.
- Garantizar que exista un seguimiento y atención continua a las carpetas de investigación de estos casos, con énfasis especial en reactivar aquellos de larga data, y en responder de manera inmediata y en cumplimiento de los estándares y protocolos nacionales e internacionales sobre los nuevos casos.
- Garantizar que existan planes y diligencias de búsqueda que incorporen todos los casos y que tengan una vinculación de los mismos de acuerdo al análisis del contexto.
- Fortalecer, al interior de las áreas de análisis de contexto de fiscalías y comisiones de búsqueda, la aplicación del enfoque de género y el desarrollo de estudios particulares sobre la desaparición de mujeres y niñas en los estados.
- Lograr sentencias que condenen a los máximos responsables de la desaparición forzada de niñas y mujeres en los estados.
- Sancionar a las y los funcionarios que incurran en prácticas de violencia institucional contra familiares de personas desaparecidas, incluyendo el uso de estereotipos y prejuicios basados en género.
Desde el IMDHD hacemos un llamado enérgico para que ninguna de las víctimas sea olvidada y exigimos a los estados visibilizar la magnitud y complejidad de este problema, reconociendo su gravedad y adoptando marcos legales y políticas públicas que estén acordes a esta dura realidad.