La desaparición de mujeres como parte de la violencia feminicidaHistoria de seis casos en méxico

En este municipio, en medio de la violencia, Flora Marcelo Rojas, cría a sus tres hijas. Ayelin de trece años es la de en medio, su cabello es lacio, negro y abundante y sus ojos grandes y profundos. La caracteriza el movimiento, le gusta andar en bicicleta, jugar fútbol y hacer acrobacias. Su sueño es pertenecer a la Marina por lo que se mantiene fuerte y saludable. Es alegre e inteligente, le gusta ayudar a su mamá y cuidar de su hermanita de tres años. Ayelin va en el segundo grado de secundaria, pero el país lleva siete meses con medidas de aislamiento social por la pandemia de COVID-19, por lo que toma las clases desde su casa, a través de la televisión.

Ayelin Iczae Gutiérrez Marcelo

En la mañana, Flora sale de casa para llegar a su trabajo a las ocho; su hija mayor se va a casa de una amiga para tomar sus clases porque no tienen electricidad y Ayelin se queda sola. A las dos de la tarde Flora sale del trabajo y se dirige a su negocio de reciclaje que acaba de emprender hace algunas semanas. A las 15:58 Flora habla por teléfono con Ayelin, le dice si quiere ir a ayudarla al negocio y responde que llega en unos minutos, pero Ayelin nunca llega, Flora se entretiene con el trabajo y piensa que a su hija le dio flojera ir a ayudarle, pero cuando regresa a casa a las nueve de la noche, Ayelin no está por ninguna parte.

Flora busca a Ayelin esa misma noche, acude a las casas de sus amigas pensando que puede estar con ellas, así se entera que Ayelin fue a cargar su celular a casa de una amiga y después salió por el camino que está junto a la barranca con dirección al sitio de combis, un atajo poco transitado por las personas de la comunidad.

Tras despertar a todos los vecinos y preguntar con todas las amigas, Flora marca a protección civil y a la policía municipal, pero le dicen que seguro Ayelin está con su novio. Algunas autoridades acuden a buscar al lugar por donde suponen caminó Ayelin, pero al no encontrar nada y alegar que ya está muy oscuro, deciden retirarse.

Flora no durmió esa noche, en cuanto entraron a la casa los primeros rayos de sol, se alistó para ir a la fiscalía de Chilpancingo a denunciar la desaparición de su hija. De esos primeros días recuerda poco, recuerda al comandante y a la abogada que la recibieron en fiscalía, quienes le brindaron una atención deficiente, la trataron mal y la responsabilizaron por la desaparición de Ayelin. Recuerda también la alerta Amber que emitieron y la búsqueda que organizó la fiscalía sin tener un plan claro. Recuerda a las personas que se solidarizaron con su búsqueda, a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que fueron a brindarle su apoyo y a las feministas que organizaron marchas y protestas en Chilpancingo y Acapulco.

En la marcha más grande que hubo, en Chilpancingo, la pareja en ese momento de Flora fue secuestrado saliendo de fiscalía, pasando la pluma de seguridad, en ese momento, los familiares de Flora marcaron a quienes se encontraban en la marcha para suspenderla, temiendo por la seguridad de todas las personas. Horas después, la pareja de Flora fue regresado con vida, tras haber sido torturado para que se incriminara por la desaparición de Ayelin, declarando ser parte del grupo criminal de los Ardillos.

Cuatro días después de la desaparición de Ayelin, tras haber peinado los alrededores de la casa múltiples veces, la pareja de Flora lleva a su cuñado por el camino por donde la vieron por última vez, van con prisa porque ese día van a irse a las comunidades cercanas a repartir volantes con la foto e información de la niña. No han pasado ni cinco minutos desde que emprendieron camino cuando ambos regresan y dicen a Flora que han encontrado un cuerpo en la barranca.

El hermano de Flora marca a fiscalía para que hagan el levantamiento del cuerpo, ese que encontraron en el camino por donde ya habían buscado las autoridades, los vecinos, la familia de Ayelin e incluso los normalistas de Ayotzinapa.

“Ahora me doy cuenta que desde el momento que mi hija fue desaparecida fiscalía no hizo lo que correspondía como institución y porque no hicieron todas las diligencias que se tenían que hacer al momento del levantamiento del cuerpo, no recabaron todas las evidencias que debían haber recabado en el lugar de los hechos”.

En la carpeta de investigación se describe como un listado anatómico los restos que fueron encontrados ese 19 de octubre de 2020. Esa lista se compone de ausencias, las prendas de ropa faltantes, los huesos que no se encuentran, los fragmentos de sueños y recuerdos construidos en trece años de vida, desperdigados por el suelo. Pero en esa lista, escrita por un médico forense con manos frías y ojos acostumbrados a la barbarie, también hay mucho sufrimiento. Ayelin fue víctima de desaparición, violencia sexual y feminicidio.

Identificando el cuerpo, detienen en Tixtla a cuatro hombres como los posibles responsables de la desaparición y feminicidio de Ayelin, a estos hombres nunca les dicen por qué se les detiene ni cuáles son las pruebas en su contra. Según los peritajes, sólo hay material genético de uno de los imputados en el cuerpo de Ayelin. Sus familias se han movilizado proclamando su inocencia y pidiendo la liberación de las cuatro personas imputadas.

Una semana después de la desaparición de Ayelin, Flora tendrá que salir con sus hijas de Tixtla, las amenazas en su contra han vuelto la vida en Guerrero insostenible. La mañana del 15 de octubre de 2020, Flora no tenía ni idea que en unas horas su vida cambiaría de manera tan terrible y que en siete días tendría que enterrar a su segunda hija y dejar su casa, su negocio, su tierra y su familia para protegerse.

“Yo creo que nunca voy a recuperar mi vida y las autoridades no están haciendo nada para que regresemos a Guerrero, para que retomemos nuestras vidas”.

Flora tardará un año en obtener copia de su carpeta de investigación, con lo que descubrirá que el cuerpo de su hija de trece años fue enterrado incompleto y tendrá que mover cielo, mar y tierra, y tocar cuantas puertas encuentre en el camino para que, en febrero de 2022, con ayuda de la Comisión Nacional de Búsqueda, regresen al lugar donde hallaron el cuerpo y en pocas horas, los binomios caninos descubran bajo las hojas secas, huesos posiblemente humanos.

Ayelin Iczae Gutiérrez Marcelo
Foto tomada de Twitter: @Azucenau

La causa de muerte de Ayelin es descrita en la carpeta de investigación como traumatismo craneoencefálico severo. Pero a Ayelin la asesinó un sistema que se cree dueño de la vida de las mujeres, especialmente de las niñas. Un sistema que, con su impunidad, da permiso a los hombres de arrebatar vidas. Un sistema que, con su indolencia, permite que una madre entierre el cuerpo incompleto de su hija de trece años.

En las fotos Ayelin sonríe, con sus ojos grandes y su cabello lacio azabache. Hoy su familia continúa nombrándola y pidiendo justicia para ella y todas las niñas, para que crezcan libres, fuertes y sin miedo.