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Debate presidencial México 2024. Imagen tomada del INE

Primer debate presidencial y derechos humanos

Por: Edgar Cortez

El domingo pasado se realizó el primer debate entre las candidatas y el candidato a la presidencia de la república. Luego de este ejercicio, como ciudadanas y ciudadanos, ¿nos sentimos con mejor información respecto de sus propuestas y con más elementos para valorar su pertinencia?

Desde el IMDHD vimos el debate para tratar de conocer qué tanto la perspectiva de derechos humanos está presente en las propuestas de quienes aspiran a la presidencia.

A lo largo del debate se mencionó el término derechos humanos en nueve ocasiones. Se dijo, por ejemplo, que la educación es un derecho; se mencionó que se está comprometido con los derechos de algún grupo social, o que las propuestas de las candidaturas atenderán algún derecho en términos muy generales, pero no más.

La reforma constitucional de derechos humanos del 2011 no parece que haya logrado permear la política y el quehacer gubernamental de manera que los derechos humanos se conviertan en la guía de las políticas públicas, en un parámetro de la distribución de los recursos públicos, ni tampoco que la garantía del cumplimiento de los derechos humanos sea considerado como indicador de éxito del desempeño gubernamental.

Los derechos humanos no aparecieron en primer plano en el debate pero tampoco se destacan en las propuestas de las candidatas, en algunos intercambios con personas de sus equipos manifiestan que los derechos son parte de la seguridad o la justicia, o bien que son un tema transversal; lo que tiene como consecuencia que los colocan en un plano de poca relevancia. Excepto en el tema de la educación, la candidata Sheinbaum expresó que se trata de un derecho.

El debate tampoco permitió tener una idea precisa de las propuestas y en algunos casos puso en evidencia que prácticamente no hay propuestas, como sucedió con la atención a la violencia en contra las mujeres. Por ejemplo, se preguntó que proponían para disminuir la violencia en contra de las mujeres y las respuestas se circunscribieron a generalidades.

En el caso de corrupción tampoco encontramos muchas novedades. Claudia Sheinbaum repitió su propuesta como la creación de la Agencia Nacional de Anticorrupción, en tanto que Xóchitl Gálvez insistió en que se nombre ciudadanos sin partido y honorables para encabezar las instituciones anticorrupción.

Vale la pena señalar que el formato contribuye a las generalidades y la superficialidad. Demasiadas preguntas y 40 segundos para responder, en algunos casos propicia la dispersión y respuestas vagas.

Ojalá eso cambie y mejore el formato

Desde la perspectiva ciudadana el debate no permite formarse una mejor opinión respecto de las propuestas, tampoco contribuye al contraste entre las propuestas y lo que si propicia son las acusaciones y descalificaciones. Los debates, sin negar su importancia para la democracia, en la práctica son de poca utilidad para las personas que van a votar.

En tanto que como una organización defensora de los derechos humanos constatamos la enorme brecha existente para que el Estado se organice para garantizar todos los derechos a todas las personas.

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