Celebramos que Xóchitl Ramírez Velasco recupere su libertad, pero el daño es irreparable
Hoy, tras casi dos años de prisión preventiva injusta, el juez de control emitió una resolución con perspectiva de género y valoró las afectaciones a su salud, ordenando cambiar la medida cautelar de Xóchitl Ramírez Velasco, defensora de derechos humanos, para que continúe su proceso penal en libertad. Esta decisión representa un paso positivo para proteger su salud, que se ha visto gravemente deteriorada durante su encierro, y para que pueda reencontrarse con su hijo y su comunidad.
“Es una buena decisión, pero llegó básicamente dos años después; nosotras ya habíamos solicitado en otras ocasiones el cambio de medida cautelar y la autoridad nunca logró justificar la necesidad, proporcionalidad, ni razonabilidad de la prisión preventiva”, señalaron Verónica Garzón y Ximena Ugarte, abogadas del IMDHD que llevan el caso.
Sin embargo, esta resolución llega demasiado tarde. Desde el inicio, nunca existieron argumentos suficientes para imponerle la prisión preventiva, medida que se mantuvo pese a que las autoridades no lograron demostrar su necesidad, proporcionalidad ni razonabilidad. Durante este tiempo, Xóchitl sufrió el agravamiento irreversible de su condición de epilepsia, perdió años de vida con su hijo y vio truncado su trabajo como defensora.
“La vida no se regresa, ni la salud que perdió ni los años que perdió de convivir con su hijo, el trabajo que perdió… todo lo que perdió por estar en una medida en donde ni se ha señalado que es culpable”, afirmaron las abogadas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han advertido reiteradamente sobre el uso excesivo e injustificado de esta figura, que en la práctica funciona como una pena anticipada: destruye proyectos de vida, separa familias, arrebata salud y dignidad.
Porque la vida no se regresa, ni la salud que perdió, ni los años lejos de su hijo y de su labor comunitaria. Celebramos que hoy Xóchitl recupere su libertad, pero insistimos: nunca debió pasar un solo día tras las rejas.
Desde el IMDHD seguiremos firmes en su defensa. En la primera audiencia, la defensa pública que la representó fue deficiente: no denunció su ilegal detención, no tomó en cuenta su versión ni recabó las pruebas que demostraban que Xóchitl se encontraba en otro lugar durante los hechos que le imputan. Gracias al trabajo del equipo jurídico del IMDHD, se ha logrado recabar evidencia que prueba su inocencia y reafirma que las acusaciones carecen de sustento.